jueves, 24 de junio de 2010

lunes, 21 de junio de 2010

Reflexión clase teórica


Reflexión:

-Aspectos positivos: los alumnos mostraron interés por la tarea; todos los grupos cumplieron con lo pedido; la idea de ponerlos en círculo fue buena ya que los alumnos podían observarse al hablar; el hecho de designar un delegado por grupo hizo que la participación fuera más prolija; hubo una fluida interacción entre los alumnos; el esquema realizado en el pizarrón fue lo bastante claro para que los alumnos puedan entenderlo.

-Aspectos negativos: muchos de los términos que aparecían en la lectura no quedaron lo bastante claros por parte de los alumnos; por lo cual también se puede decir que la lectura no fue la ideal para implementarla en 5° año; salvo un subgrupo, los demás respondieron textualmente lo que decía la lectura para responder la pregunta de cada subgrupo; no se dio el suficiente aporte teórico por parte mía como para que la lectura le sea más amena al alumno.

Clase teórica Tema: Protozoarios 28/05/ 2010

Reflexión:


-Aspectos positivos: creo que la actitud frente al grupo fue mejor que en clases pasadas, me sentí más seguro frente al grupo, recorrí más el salón, el esquema en el pizarrón fue lo suficientemente claro paro que lo entiendan los alumnos, la explicación de cada una de las características ayudó para que el esquema fuera más claro, los objetivos fueron cumplidos, se respondieron a las interrogantes que les surgían a los alumnos.

-Aspectos negativos: la clase a mi entender fue muy expositiva, los alumnos participaban solo cuando se lo pedía, al ver esto el profesor intervino para que hubiera más participación por parte del alumnado, tendría que haber llevado recursos didácticos para que quedarán aún más claro el esquema, cabe recordar también, que tuve muy poco tiempo para preparar esta clase ya que había dado clase en la clase pasada; la letra en el pizarrón sigue siendo desprolija.


La Cuenca del Plata

La Cuenca del Plata es el sistema hídrico más grande de Sudamérica después del Amazonas y la quinta cuenca hídrica más grande del mundo. Denominada por Solís en 1516 como “Mar Dulce”, tiene una superficie de más de 3.200.000 kilómetros cuadrados, casi igual al área de la Unión Europea. La cuenca comprende importantes territorios pertenecientes al centro y norte de la Argentina, sur del Brasil, sur y este de Bolivia, casi todo el Uruguay, y la totalidad del territorio de Paraguay.

Abarca desde el Altiplano en Bolivia al Océano Atlántico, y desde la Chapada de Parecís en el Planalto, que la separa de la Cuenca Amazónica, hasta el Atlántico. Las precipitaciones que caen sobre la cuenca se reúnen en cinco grandes ríos: Paraná, Paraguay, Uruguay, Pilcomayo y Bermejo, cuyos caudales confluyen finalmente en el Río de la Plata.

Estos grandes ríos tienen una densa red de afluentes, subafluentes y tributarios menores, como los ríos Iguazú, Salado, Gualeguay, Miriñay, Guaycurú, Pilagá, Guayquiraró y Samborombón, entre muchísimos otros. En esta enorme extensión se pueden encontrar distintos ambientes acuáticos, que van desde los típicos de agua dulce hasta aquellos en que ésta se mezcla con agua de mar en un estuario, a la desembocadura del Río de la Plata. El caudal medio de la cuenca es de 23.000 m³/s.

Diversidad biológica y cultural

Teniendo en cuenta que la cuenca tiene sus coordenadas extremas entre los paralelos 14° y 38° S y los meridianos 67° y 43° 30´ O, es fácil advertir que existe una gran variación de condiciones ambientales, en estrecha interrelación con una compleja diversidad de factores culturales, económicos y sociales.

La cuenca incluye tributarios andinos que nacen en zonas montañosas y atraviesan latitudinalmente la cuenca arrastrando sedimentos, como el Pilcomayo y el Bermejo, hasta confluir con caudalosos ríos de llanura –por ejemplo el Paraguay que fluye hacia el sur recogiendo el agua filtrada en enormes humedales.

Los atractivos de la cuenca van más allá, como entre otros el flujo indeciso de la cuenca cerrada del río Parapetí –que constituye parte de la línea divisoria entre la Cuenca del Plata y la del Amazonas–, además de otras subcuencas condicionadas a las fuentes de aguas cordilleranas.

Existen también en la cuenca extensas zonas expuestas a inundaciones laminares. La mayor es probablemente el Pantanal –también conocido como Gran Pantanal–, una red de humedales poco profundos que abarca más de 140.000 km². El río Paraguay, que recoge las aguas del Pantanal, desemboca en el Paraná y ambos alimentan el sistema de humedales fluviales más extenso del planeta, con unos 3.500 kilómetros de longitud libres de represas, que corre de norte a sur desde el Pantanal de Mato Grosso hasta el Río de la Plata.

Muchos de estos ríos y humedales tienen un comportamiento aún poco conocido y han sido insuficientemente estudiados y documentados en relación a la diversidad de peces, a los reservorios o sitios de reproducción y a la importancia de la avifauna migratoria, entre otros aspectos.

En síntesis, la Cuenca del Plata es una de las mayores reservas mundiales de agua dulce, con una excepcional diversidad biológica y cultural –incluyendo una importante pesquería continental y una rica diversidad de otros recursos acuáticos, que merecen ser protegidos. El conjunto fluvial y lacustre de la cuenca forman además el principal sistema de recarga del Acuífero Guaraní, uno de los mayores reservorios de agua subterránea del mundo.

Principales ecosistemas

La Cuenca del Plata incluye ecosistemas claves. El Gran Chaco es el segundo ecosistema en superficie de América del Sur, luego de la Amazonia. Corresponde a un área aluvional que se localiza al este de la cordillera de los Andes, formada por la deposición de sedimentos, fundamentalmente de los ríos Bermejo y Pilcomayo. El Bermejo, logra llegar con sus aguas desde los Andes al río Paraguay y de allí al Paraná, constituyendo un corredor ecológico natural entre los ecosistemas de Puna en la montaña, el piedemonte de Yungas y las zonas secas y húmedas de las planicies del Chaco.

El Pantanal, gigantesco humedal compartido por Brasil, Bolivia y Paraguay, en la cuenca alta del río Paraguay, es reservorio de una enorme riqueza biológica y actúa como regulador del sistema hidrológico de la cuenca al retardar cuatro meses la llegada al Paraná de las aguas del río Paraguay, evitando así la conjunción de los períodos de máximos caudales de ambos ríos y atenuando las grandes crecidas.

Entre los grandes humedales pueden citarse entre otros el Bañado de La Estrella, conectado al Pilcomayo en territorios de Argentina y Paraguay; los Bañados del Izozoc, en Bolivia, vinculados al río Parapetí, y el sistema de esteros, lagunas y bañados del Iberá, en Corrientes, Argentina, un vasto humedal de entre 7.800 y 12.000 km2, ubicado en una planicie de escasa pendiente con orientación noreste-sudoeste, alimentada principalmente por lluvias, que desagua en el Paraná medio a través del río Corriente.

La Pampa, por su dimensión constituye el tercer bioma de importancia global de la Cuenca del Plata. Los suelos más fértiles de la cuenca se localizan en las planicies pampeanas. Desde temprano en ella se asentó la producción agropecuaria, que no ha cesado de expandirse. Esta bioregión incluye el sur del Estado brasileño de Río Grande do Sul, todo el territorio uruguayo, las provincias de Buenos Aires y Entre Ríos, el sur de Santa Fe, Córdoba y Corrientes, parte de la provincia de San Luis y el norte de la provincia La Pampa.

La cuenca es completada por importantes partes de otros dos ecosistemas claves en Sudamérica: el Cerrado, al norte –que separa a la Cuenca del Plata de la Cuenca Amazónica–, y la Mata Atlántica, al noreste, ambos de una amplia diversidad biológica. En la vegetación de la cuenca coexisten especies de variado linaje, dado que los ríos actúan como corredores entre regiones distantes en algunos casos varios miles de kilómetros. Por ejemplo, la mayor parte de las selvas en galería del Chaco Húmedo, si bien tienen elementos de linaje chaqueño, contiene especies de linaje amazónico.

Estos datos sobresalientes son indicadores de la abundancia y calidad de los recursos naturales y de la productividad natural, bienes y servicios que prestan estos ecosistemas. Manifiesta también lo clave que ha sido y que continúa siendo, la disponibilidad en calidad y cantidad de los recursos hídricos y de la biodiversidad para la sostenibilidad de la región.

En resumen, la Cuenca del Plata es una región de extraordinario valor ecológico y económico, con una rica variedad morfológica y climática, y en cuanto a calidad de suelos, recursos acuáticos y diversidad biológica y cultural, que la hacen sumamente apropiada para la implementación de estrategias de desarrollo sustentable. Estas características interactuando simultáneamente ofrecen una oportunidad única en la para posibilitar la puesta en marcha de modelos alternativos de sustentabilidad, satisfaciendo las necesidades humanas en equilibrio con las capacidades biológicas de los ecosistemas.


Los protozoarios son protistas eucariotas heterótrofos y son animales generalmente microscópicos, cuyo cuerpo está formado por una sola célula o por una colonia de células iguales entre sí, es decir, aunque son unicelulares deben reconocerse como organismos completos en cuyas estructuras se llevan a cabo todas las funciones propias de animales multicelulares. Algo sorprendente es que la célula de los protozoarios contiene organelos con funciones equivalentes a las de los órganos de los Metazoarios (animales multicelulares).
Pertenecen al Reino Protista. Muchos son móviles. Hay aproximadamente 45,000 especies descritas de protozoarios. Podemos encontrarlos en agua, donde juegan un papel importante en la cadena alimentaria o en simbiosis con animales superiores o con otros microorganismos.
Son importantes porque contribuyen a la fertilidad del suelo, ya que descomponen la materia orgánica, funcionan en el control natural de poblaciones microbianas, ya que se alimentan de varios tipos de microorganismos, pero, causan enfermedades a humanos y animales de importancia doméstica.
Los protozoarios autotróficos sintetizan su propio alimento, mediante el proceso de fotosíntesis, pero la mayoría buscan y recolectan bacterias, algas y otros protozoarios como alimento, algunos absorben el alimento a través de sus membranas celulares, otros, como las amibas, rodean el alimento y lo engullen, otros tienen aberturas llamadas poros bucales, con los cuales barren el alimento. Todos los protozoarios digieren su alimento dentro de compartimientos similares a estómagos llamados vacuolas.
Se reproducen por segmentación. Cada célula da lugar a dos células hijas. A veces pueden intercambiar material genético. Se clasifican según su capacidad de movimiento.
Los protozoarios son primariamente acuáticos y viven en el agua dulce o salada, en pequeñas lagunas o en los océanos. Algunos viven en el suelo húmedo arrastrándose en la capa de agua que rodea a cada partícula del suelo. Los protozoarios parásitos se pueden encontrar en sangre y líquidos tisulares de plantas.
Los protozoarios se impulsan agitando estructuras llamadas flagelos que son similares a pelos largos, así como se impulsa con la cola un pez a través de su hogar acuoso, otros, como el protozoario Loxodes, nadan batiendo proyecciones similares a pelos cortos llamados cilios en un patrón rítmico similar al que producirían muchos minúsculos remos.